Esta vez quiero hablaros de un libro escrito por un gran periodista, escritor y chef:
Nos encontramos ante un libro que, estoy segura, Pedro Avilés, periodista de pura cepa, tenía muchas ganas de escribir. Es una puesta en valor de gran parte de su carrera como periodista de sucesos en publicaciones icónicas, históricas como El Caso o Interviú.
Estructurado en capítulos, que no siempre guardan un orden cronológico estricto, Avilés nos narra en primera persona su carrera como periodista utilizando los diversos casos y sucesos sobre los que escribió en su día. Es importante tener en cuenta que él estuvo allí, cubriendo como reportero todos y cada uno de los sucesos que nos han emocionado, estremecido o preocupado durante gran parte de nuestra vida... Nos muestra la puerta de atrás, la cocina en la que se han larvado artículos que, la mayor parte de las veces, nunca nos han dejado indiferentes. Utiliza un estilo espontáneo, personal y, a menudo, algo descarado e irreverente, lo que le confiere ese punto de honestidad y sinceridad que no siempre se encuentra en narrativas de esta índole. Me da que Avilés no desea quedar bien con nadie, sólo desea contar su versión... y ésta es su forma de hacerlo.
Me permito una apreciación personal: me parece sentir entre líneas un poso de nostalgia de unos tiempos en los que él se sentía pletórico, fuerte, satisfecho; pero también aprecio cierto desencanto, cierta rabia contenida, cierta añoranza de una etapa de su profesión en la que los valores que Pedro Avilés defendía y llevaba a cabo eran otros, más auténticos, menos impostados, quizá, valores que él considera hoy día desaparecidos.
Estructurado en capítulos, que no siempre guardan un orden cronológico estricto, Avilés nos narra en primera persona su carrera como periodista utilizando los diversos casos y sucesos sobre los que escribió en su día. Es importante tener en cuenta que él estuvo allí, cubriendo como reportero todos y cada uno de los sucesos que nos han emocionado, estremecido o preocupado durante gran parte de nuestra vida... Nos muestra la puerta de atrás, la cocina en la que se han larvado artículos que, la mayor parte de las veces, nunca nos han dejado indiferentes. Utiliza un estilo espontáneo, personal y, a menudo, algo descarado e irreverente, lo que le confiere ese punto de honestidad y sinceridad que no siempre se encuentra en narrativas de esta índole. Me da que Avilés no desea quedar bien con nadie, sólo desea contar su versión... y ésta es su forma de hacerlo.
Me permito una apreciación personal: me parece sentir entre líneas un poso de nostalgia de unos tiempos en los que él se sentía pletórico, fuerte, satisfecho; pero también aprecio cierto desencanto, cierta rabia contenida, cierta añoranza de una etapa de su profesión en la que los valores que Pedro Avilés defendía y llevaba a cabo eran otros, más auténticos, menos impostados, quizá, valores que él considera hoy día desaparecidos.
Encontramos en el libro una memoria de su etapa de reportero en forma de artículos, en los que Pedro Avilés nos cuenta su experiencia como periodista y como persona. Nos lleva de su mano entre pueblos, aldeas, barrios, descampados... cualquier lugar en el que él y sus colegas pudieran «hacer un muerto», expresión que les puede resultar de mal gusto o malsonante, pero que no era otra cosa que la manera de resumir, de hacer escueta, la misión nada grata para muchos de contar de la forma más fiel posible los sucesos más luctuosos y brutales que determinaban que una o varias personas acabaran en las páginas o en la portada de una publicación de sucesos. Estoy absolutamente convencida de que esta expresión le resultará también irreverente a todas esas personas que semana tras semana leían con avidez esas publicaciones, los datos y los detalles más escabrosos del crimen o suceso abyecto que pudiera ser la comidilla de los mentideros de todas las ciudades y pueblos de este nuestro país. Avilés desgrana uno tras otro, los casos más conocidos y comentados durante meses en los medios y los corrillos, pero también otros que pasaron casi desapercibidos, sin luces de focos, sin horas de TV, sin opiniones de expertos..
Pedro Avilés escribe muy bien; con un lenguaje ágil y siempre expresivo, nos invita a compartir con él sus sensaciones, sus emociones, sus vivencias, sus penurias. Nos saca una carcajada más de una vez, nos encoje el corazón cientos. Es este, sin duda alguna, un libro que no dejará indiferente a nadie. Os invito a leerlo y acompañar a este reportero que se llama así mismo indecente, pero que a mí me encanta y me parece absolutamente auténtico. Disfrutad.
Otras publicaciones literarias de Pedro Avilés:
«Mata al presidente» (2009)
«Las mariposas sobre la tumba (Mario Candil N.º 1)» 2020
«El whisky del muerto (Mario Candil N.º 2)» 2018
«KATOUCHA (Mario Candil N.º 3)» 2018
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